Inmersión vs submersión lingüística

Parece que no, pero es muy frecuente confundir en qué se diferencian la inmersión y la submersión lingüística. A priori, estas dos palabras aparentan tener similitudes en cuanto al significado, pero esconden tras de sí connotaciones que las convierten en feroces antónimos. Además hay que considerar el perjuicio pedagógico que puede ocasionar su confusión, ya que malentender sus significados puede enmascarar un problema importante acerca de las dinámicas que se pueden dar en un contexto concreto, como ahora el escolar.

En primer lugar, ambos términos estan asociados a la forma en cómo se lleva a cabo la enseñanza y aprendizaje de una lengua diferente a la lengua madre (también llamada L1) en un contexto académico o escolar. Dicha forma es la que define la principal diferencia entre los dos términos: su intencionalidad. En pocas palabras, dicha intención se manifiesta de la siguiente manera: la inmersión lingüística tiene una naturaleza integradora, es decir, se pretende acoger al discente creando un clima de confianza y respeto por su cultura, considerando que las diferencias culturales son entendidas como riqueza y no como prejuicio. Sin embargo, la naturaleza de la submersión lingüística es de carácter asimilador. En otras palabras, se considera que es la persona la que debe dejar atrás su valor cultural para adquirir la cultura y lengua del grupo mayoritario.

Si seguimos profundizando en el significado de cada uno de los términos, la naturaleza integradora de la inmersión la convierte en un proceso revitalizante para los alumnos extranjeros, ya que aunque se ven obligados a tener que aprender la lengua vehicular como una lengua extranjera (L2), ésta no se deja de lado el bagaje cultural que puede aportar el alumno con su lengua de origen. Esto es debido a que la didáctica con la que se presenta la lengua a aprender tiene en cuenta la atención a la diversidad y pone el acento en el hecho que aunque se está aprendiendo una lengua diferente, éste proceso no tiene porqué dejar de lado el valor que también aporta al individuo (y al grupo) el hecho de hablar otras lenguas diferentes de la oficial de aquel país.

La otra cara de la moneda es la submersión, en donde el diseño de las actividades y la programación no tienen en cuenta ni las posibles aportaciones que dichas lenguas de origen pueden aportar al conocimiento colectivo del aula, ni tiene en cuenta los ritmos y necesidades particulares de cada alumno. En otras palabras, la submersión también tienen carácter homogeneizador.

Pero eso no es todo. A continuación, y a modo de síntesis, os dejo una breve lista de las características que he sido capaz de recopilar de la bibliografia que he ido consultando últimamente sobre las características de cada aproximación:

Características de la inmersión:

  • Intenta reproducir el proceso natural de adquisición de la lengua
  • Se cuida el desarrollo de la lengua L1 del alumno
  • Genera resultados muy positivos en cuanto a la convivencia en el entorno escolar y fuera de éste evitando la exclusión
  • Se aborda el aprendizaje de la L2 desde una perspectiva comunicativa
  • Predomina la negociación de significados maestro-alumno y alumno-alumno

Características de la submersión:

  • Es obligatoria
  • No respecte los ritmos de aprendizaje
  • No es adaptativa
  • La lengua L1 no es valorada en absoluto y suele ser vista como un ‘obstáculo’ para adquirir la lengua L2 (generalmente la vehicular)
  • Carece de estrategias para una aproximación didáctica que respete el proceso natural de adquisición de una lengua
  • Limita el desarollo social, emocional y cultural de los individuos

En conclusión, no hace falta remarcar que la primera aproximación, la inmersión, está más alineada con las necesidades de la nueva escuela: busca la atención a la diversidad, la atención a las necesidades individuales de cada individuo y poner en primer plano la riqueza que aportan todos los grupos sociales, étnicos y culturales. Además, si se lleva a cabo con plena consciencia por parte del profesorado, se trabaja en equipo y la dirección lo apoya con todas las consecuencias, los resultados son realmente interesantes. De momento ya hay unas no pocas escuelas que estan actualizando sus proyectos pedagógicos como consecuencia de un hecho social que demanda de forma creciente una atención real y consiente  y que responde a uno de los adjetivos más importantes de las sociedades actuales: la multiculturalidad.

 

 

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